¿Utopía Imperial o Realidad Geopolítica?
En el complejo tablero geopolítico del siglo XXI, la figura de Vladimir
Putin genera percepciones marcadamente antagónicas.
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Vladimir Putin. Imagen de archivo |
En este contexto de percepciones polarizadas, ha ganado tracción la
tesis de que el presidente ruso no solo busca restaurar la influencia
perdida tras el colapso soviético, sino que persigue un objetivo más
profundo y de mayor alcance: la consolidación de una civilización
euroasiática, con una identidad propia, capaz de desafiar el dominio
occidental y, eventualmente, contrapesar la creciente influencia de
China.
Este artículo analiza los fundamentos ideológicos, los objetivos
estratégicos y la viabilidad de dicho proyecto.
La base ideológica de esta visión se encuentra en el "eurasianismo", una
corriente de pensamiento que surgió entre los intelectuales rusos
exiliados en la década de 1920 y que fue revitalizada tras la disolución
de la URSS.
Esta doctrina postula a Rusia no como un apéndice oriental de Europa o
uno occidental de Asia, sino como una civilización única y autónoma, un
"continente-nación" con un destino histórico propio. Figuras
contemporáneas como el filósofo Aleksandr Dugin han modernizado y
popularizado estas ideas, abogando por un "imperio euroasiático" que,
bajo el liderazgo de Moscú, unificaría a los pueblos eslavos, túrquicos
y otros grupos étnicos del vasto espacio postsoviético.
Este bloque se cohesionaría en torno a valores considerados
tradicionales —la fe ortodoxa, un fuerte poder estatal centralizado y el
rechazo al individualismo y al liberalismo occidental—, conformando lo
que Dugin denomina una "cuarta teoría política". Este concepto se
entrelaza de manera funcional con la doctrina del "Russkiy Mir" (Mundo
Ruso), una esfera de influencia cultural y lingüística que el Kremlin
utiliza como instrumento de poder blando y como justificación para la
protección de las poblaciones rusoparlantes más allá de sus fronteras,
como se ha evidenciado en Georgia, Crimea y, de forma más dramática, en
el Donbás ucraniano.
El principal objetivo de este proyecto es, por tanto, la reconfiguración
del orden mundial. Vladimir Putin ha sido un crítico vehemente y
constante de lo que considera un mundo unipolar dominado por Estados
Unidos.