Por Christian Collado, publicado por
La Razón
La historia, publicada en la última edición de la legendaria revista digital
de hackers Phrack, no es solo una hazaña técnica; es una ventana sin
precedentes a las operaciones de uno de los regímenes más herméticos del
planeta. Los hackers no solo consiguieron acceder a la estación de trabajo
del espía norcoreano, a quien apodaron "Kim", sino que han filtrado todo su
botín digital a DDoSecrets, una organización sin ánimo de lucro que publica
datos de interés público.
Kimsuky no es un grupo de aficionados. Se les considera una amenaza
persistente avanzada (APT) que trabaja directamente para el gobierno
norcoreano, con objetivos que van desde espiar a periodistas y agencias
gubernamentales en Corea del Sur hasta robar y blanquear criptomonedas para
financiar el programa de armas nucleares del país.
El botín: herramientas, manuales y lazos con China
Dentro del ordenador de "Kim", los hackers encontraron un auténtico tesoro
para los analistas de inteligencia: pruebas de la compromisión de varias
redes del gobierno y empresas de Corea del Sur, herramientas de hackeo,
manuales internos, contraseñas y, lo que es más interesante, evidencias de
una cooperación abierta con hackers del gobierno chino, con quienes
compartían "herramientas y técnicas".
Pero el hallazgo más sorprendente, el que de verdad humaniza y a la vez
ridiculiza a estos temidos ciberespías, no es un arma digital ni un plan
secreto. Es algo mucho más mundano y, precisamente por eso, mucho más
revelador.
El secreto inconfesable: el ciberespía con horario de oficina
Tras analizar los registros de actividad de "Kim", los hackers
descubrieron su secreto más sorprendente: el espía norcoreano trabajaba
con un "estricto horario de oficina". Se conectaba a su puesto de
trabajo virtual puntualmente sobre las 09:00 de la mañana y se
desconectaba a las 17:00 de la tarde, hora de Pyongyang.
Sí, has leído bien. El temido agente de uno de los regímenes más
autoritarios del planeta, el ciberdelincuente encargado de robar
secretos de estado y criptomonedas para financiar un programa nuclear,
es, en el fondo, un oficinista que ficha a las nueve y se va a casa a
las cinco, como cualquier otro trabajador.
Este pequeño detalle, casi cómico, es una bofetada de realidad que
desmonta por completo el mito del hacker oscuro y omnipresente. Una
revelación que los propios Saber y cyb0rg utilizaron para cerrar su
informe con un mensaje directo y demoledor para sus víctimas:
"Kimsuky, no sois hackers. Os mueve la codicia financiera, para
enriquecer a vuestros líderes y cumplir su agenda política. Robáis a los
demás y favorecéis a los vuestros. Sois moralmente pervertidos. Hackeáis
por todas las razones equivocadas", sentenciaron. Un final contundente
para una historia que nos ha permitido asomarnos, por primera vez, a la
extraña y sorprendentemente rutinaria vida de un espía en la era
digital. / Por Christian Collado, publicado por
La Razón.-
___________________
NOTA: Las cookies de este sitio se usan para personalizar el contenido y los
anuncios, para ofrecer funciones de medios sociales y para analizar el
tráfico. Además, compartimos información sobre el uso que haga del sitio web
con nuestros partners de medios sociales, de publicidad y de análisis web.
Ver detalles.
IMPORTANTE: Todas las publicaciones son sin fines comerciales ni
económicos. Todos los textos de mi autoría tienen ©todos los derechos
reservados. Los contenidos en los link (vínculos) de las notas replicadas
(reproducidas) y/o citadas son de exclusiva responsabilidad de sus autores.
Éste blog ni su autor tienen responsabilidad alguna por contenidos ajenos.